En los registros de la primera base única de datos del sistema científico argentino (Sicytar) figuran 35.000 investigadores. En el registro brasileño, 420.000.
En Brasil se gradúan anualmente 8000 doctorados; en la Argentina, 400, según las últimas cifras disponibles.
La Argentina invierte alrededor del 0,4% de su PBI en investigación. Brasil, aproximadamente el 1,4%, y promete llegar al 2 por ciento.
Aunque las estadísticas son divergentes, los investigadores que participan de las Jornadas \”Ciencia, tecnología y sociedad\” -que se desarrollan hasta mañana en la Rural- están convencidos de que el esfuerzo científico de ambos países puede aunarse. Sobre esta premisa, los ministros de ciencia y tecnología de la Argentina y Brasil firmaron ayer un acuerdo de cooperación que intenta facilitar el intercambio y promover la integración.
\”La Argentina tiene históricamente un sistema científico de excelencia en determinadas áreas y que, en muchos casos, es complementario de nuestras estructuras -dijo a LA NACION Eduardo Campos, ministro de ciencia y tecnología de Brasil, minutos antes de la firma del documento-. Los números indican que esa colaboración fue buscada, incluso independientemente de una decisión política o de una planificación estatal. Nosotros queremos que la colaboración ocurra y cabe al Estado facilitar el encuentro a partir de puntos comunes y que ahora se afirmarán mucho más.\”
Tanto Campos como Daniel Filmus, titular de la cartera de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva local, subrayaron que la suma de esfuerzos abre grandes posibilidades. \”Tenemos un capital muy sólido, pero también ciertas desventajas respecto de las capacidades de inversión que tienen los países centrales, y por eso la necesidad de sumar esfuerzos es decisiva -dijo Filmus-. Si somos persistentes en este camino, estaremos dando los primeros pasos para una nueva historia; una historia de dos países sólidamente unidos, en este caso, por la ciencia y la tecnología, que es lo que define el futuro.\”
Campos coincidió: \”Nuestro objetivo es acrecentar la cooperación científica y tecnológica con la Argentina -dijo-. Nuestros países viven un momento de recuperación del crecimiento económico, pero el crecimiento en la era de la economía del conocimiento sólo será sustentable en la medida en que aprovechemos el caudal de conocimiento generado por nuestras universidades y centros de investigación.\”
Las primeras iniciativas
Según destaca el documento, ambos funcionarios consideran que \”el desarrollo económico y social en los dos países depende de inversiones públicas crecientes, plurianuales y desburocratizadas en ciencia básica y aplicada\”, y que \”resulta urgente incrementar el número de recursos humanos calificados en todas las áreas, base indispensable para impulsar un sistema eficaz de innovación productiva, sin el cual las respectivas sociedades nacionales difícilmente logren alcanzar niveles de desarrollo sustentable y equitativo\”.
Uno de los primeros acuerdos que se sellaron en estas jornadas es el que dispone un fondo común para investigación en biotecnología y redes de software. También se anunció el ingreso de la Argentina a Internet 2, una autopista veinte veces más veloz a través de la fibra óptica para el intercambio científico y tecnológico. La autopista informática, cuyo nombre es Cooperación Latinoamericana de Redes Avanzadas (Clara) permitirá a partir de mañana que tanto Brasil como la Argentina pasen a estar conectados en Internet a una velocidad de 90 megabites en lugar de los 4 megabites originales.
Por otro lado, en la mesa redonda coordinada por los profesores Roberto Salvarezza, Oswaldo Luiz Alves y Celso Pinto de Melo, se aprobó unánimemente proponer a las autoridades argentinas y brasileñas la creación del Centro Binacional de Nanociencia y Nanotecnología utilizando el modelo del Centro Argentino-Brasilero de Biotecnología (Cabbio) que ya acredita varios años de funcionamiento exitoso. Se recomendó, además, encarar una iniciativa del Mercosur en nanociencia y nanotecnología.
Este centro binacional actuaría como un ente de coordinación para la integración de grupos de investigación, y redes de empresas de la Argentina y Brasil, a través de proyectos definidos.
Uno de sus objetivos es la formación de recursos humanos de excelencia en un área altamente interdisciplinaria entre la física, la química, la biología y la ingeniería. También apoyaría cursos de especialización, elaboración de literatura especializada e intercambio de profesores.